¿Micro tuneado?

París en los dedos, micro tuneado por Luisa Hurtado
en la I Megaquedada Microrrelatista

Un micro tuneado es un microrrelato que rechaza lo convencional. Al micro tuneado le gusta cualquier soporte diferente a la tinta y el papel: quiere vestirse de colores, poder ser tocado, escuchado, manipulado o, quizás, olfateado. El microrrelatista que desea tunear un micro puede optar por comprar un disfraz para él en el almacén de los chinos (cierta vez vimos un relato escondido en el mocho de una fregona) o elaborarlo por sí mismo, dependiendo de sus habilidades. Quien se atreva a pintar, modelar, tejer, recortar, pegar, bordar, dibujar, hacer papiroflexia, componer, cantar, susurrar, hornear o tatuar* ya se puede poner manos a la obra. 

¿Y qué se hace con los micros tuneados? Es tradición que, por un simple sistema de sorteo, a cada microrrelatista que haya aportado uno le corresponderá el elaborado por otro de los microtuneadores, con su dosis correspondiente de imaginación y cariño. 

*Los que opten por dejar su obra impresa en la piel del afortunado compañero, deben venir "armados de agujas, tinta china y colorantes vegetales".