miércoles, 11 de abril de 2018

Tiempo soy

Bartolomé Esteban Murillo, Autorretrato

Cuatrocientos años es mucho…o poco. Según contemos.

Sea como fuere, yo he estado ahí. Desde el inicio de su primera obra, hasta el final de la última.


Y le he visto creando…

Creando literatura: cada personaje suyo nos cuenta una historia, si sabemos leer «entre líneas».

Creando escultura: cada paletada suya nos introduce en un mundo tridimensional, delineando formas con su pincel.

Creando música: cada obra suya sostiene un ritmo y una armonía que puede rivalizar con la mejor melodía jamás creada.

Creando vírgenes, niños, muchachas, ángeles…


Y he paseado por su legado:

Por conventos, hospitales, iglesias; por jardines que llevan su nombre; por su instituto, lleno de niñas correteando por los pasillos…


En definitiva, he estado en todos lo lugares por los que ha ido «creando escuela».


Cuando acabe el cuarto centenario y sus obras retornen a los lugares de origen, nos arrancarán parte de nuestra historia…otra vez.


Porque Bartolomé Esteban Murillo es mucho más que un pintor de fama universal. Es un genio. Es de todos. Y es sevillano.


Todo lo demás, está en los libros.

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