sábado, 7 de abril de 2018

Doña Inés de Ulloa: extinción de pareja en una parte



Hablad por vos, ¡oh don Juan!,
que no podré persistir
mucho tiempo sin vivir
tan nunca sentida libertad.
¡Ah! Hablad alto, copón,
que oyéndoos prevalece
que mi cerebro embravece
y saja mi corazón.
¡Ah! Me habéis dado a romper
esta esclavitud sin duda,
con esta actitud tan ruda
sin respeto a mí, mujer.
Tal vez denigréis, don Juan,
con vuestro apuesto careto,
a quien no acepte este reto
de seducirme, bacán.
Tal vez Satán puso en vos,
su vista destructora,
su palabra reductora
pero yo empodero a nos.
¿Y qué he de hacer, ¡ay de ti!,
sino deshacer estos lazos
y partirlos en pedazos
y largarme ya de aquí?
No, don Juan; en poder mío
soportarte no está ya;
me voy de ti, como va
salmón contracorriente al río.
Tu presencia me envenena,
tus palabras me amotinan,
y tus ojos me golpean,
y tu aliento me repugna.
¡Don Juan! ¡Don Juan! Me valoro,
y no pierdo la ocasión,
de largarme de prisión:
aquí te pudras, me adoro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario