sábado, 7 de abril de 2018

En las fronteras del arte

La Pantojita


Entre veladores, sombrillas, turistas y entusiastas, vestida con estridencia y adornos de faralaes, recita estrofas, quizá de sevillanas o bulerías.

Se acompaña con su guitarra que desacompaña la desafinada tonadilla pero, con tanta gracia y entusiasmo, que contagia y arranca una sonrisa del alma.

El cariño entrega y atrae con su humilde salero. Alcanza las fronteras del arte que, en sueños, traspasa en su ingenuidad ingeniosa.

La música sentida, una guitarra que tocar no sabe, una voz sin depurada técnica que, con desparpajo, canta palabras y versos sin rima pero que llegan, que encantan, mas no afinan.

Su guitarra acompaña con ignotos acordes en rebeldía, libres y en anarquía. ¿Quién dice que derramar cariño no es arte?

Su público, Sevilla, Triana, Chipiona… con afecto le saludan y la reclaman. Ella, la mano y el corazón les agita.

Le llaman La Pantojita.

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