viernes, 8 de junio de 2018

Despedida

Torre de Abdelaziz, en la Avenida de la Constitución


Altiva, fuerte y robusta estaba ella, la Torre del Oro, iluminando con orgullo el discurrir del Gualquivir. 

Pero como el río va a su negocio, Federico se olvida de él para centrarse en el devenir de la Guerra, que fratricida devora sin piedad a sus hermanos. 

Pero durante su visita a Sevilla el olor penetrante del azahar aplaca momentáneamente sus temores. Al pasar por la Avenida de la Constitución, la Torre de Abdelaziz le mira impertérrita mientras los jardines le recuerdan la paz perdida. 

El Archivo de Indias le hace evocar viejas glorias, las de aquellos tiempos, cuando en vez de batallas, los Conquistadores sólo buscaban la Gloria.

Tras visitar el Alcázar y la Catedral, Federico enfila el camino hacia su Granada natal, donde sin saberlo le espera la Parca.

Gloria Arcos Lado

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